Este histórico Paraje denominado Juan González, situado a 5 km de la ciudad de Carmelo, está abrigado por un sinnúmero de vivencias que evocan a nuestro Prócer José Gervasio Artigas quien fundó esta hermosa ciudad, así como a varios héroes destacados en nuestra historia política, ya sea por las tierras donde habitaron, como el Coronel Ignacio Barrios, o por haber frecuentado la zona en sus campañas y discursos como Don Luis Alberto de Herrera.
Saliendo de la pintoresca ciudad de Carmelo (tranquila y agitada a la vez), con sus 20.000 habitantes, luego de atravesar el Arroyo de las Vacas, a través del Puente Giratorio de tracción a sangre (único en el país y en pleno funcionamiento), el que fue construido en Alemania por ………………. E inaugurado en 1912, nos dirigimos hacia el sur. Lentamente nos vamos impregnando del cálido paisaje que va dejando atrás el asfalto. Tan sólo basta recorrer 5 km para encontrar un lugar de una hermosura inigualable, capaz de llenar nuestros sentidos de naturaleza pura y viva,… sólo hay que disfrutarlo.
Hacia la izquierda nos encontramos con el “Pueblito de los AHLERS” habitado en un principio por 3 hermanos: Bernardo, Federico y Enrique quienes fueron de los primeros Ahlers nacidos en Uruguay. Su padre Hermann Heinrich Ahlers junto a su esposa Catharine Meyer y a otros familiares, vinieron al Uruguay, habiendo sido contratados por la Compañía Cerros de S.Juan y Cochicó en 1868, instalándose en los CERROS DE SAN JUAN (Paraje cercano a la ciudad de Colonia en el mismo Departamento).
Luego de …. Años, intentando abrir nuevos caminos, movidos por su espíritu de progreso y trabajo se trasladan a Juan González, anidando en este RINCÓN, al que recientemente, el 21/10/11, a petición de los descendientes de la familia AHLERS MEYER y en homenaje a los antecesores, se le reconoce oficialmente como el “CAMINO DE LOS AHLERS”.
Alrededor de 1911, cada uno de los 3 hijos varones, compró 50 cuadras de campo aproximadamente. Luego de un tiempo, Bernardo se fue a La Concordia (Paraje cercano en el Departamento de Soriano) con el fin de hacer agricultura y monte. Federico (quien tuvo tres hijos) instaló un tambo en Juan González, siempre con el optimismo que lo caracterizaba; y Enrique ...
A pocos metros de recorrer este camino nos recibe “LA CALLECITA”, de la cual hablaremos mas detalladamente en otro artículo.