Estos alemanes decidieron asumir la postura de que el mundo no tiene fronteras, llegando hasta aquí y eligiendo éste escenario de la naturaleza y haciendo de el un prodigioso lugar, para transformarlo en éste tesoro familiar repleto de reminiscencias que sin duda fueron motivo de inspiración para continuar su obra.
Se puede imaginar que detrás del esfuerzo diario, la constancia y la dedicación al trabajo, vivieron momentos muy intensos dejando una extraordinaria huella a pesar de los cambios sucedidos en la tierra que exaltan en todo momento sus valores humanos.
Así es como hoy luego de más de un centenar de años, se encuentran los descendientes en el mismo lugar, siguiendo su ejemplo de trabajo, honestidad y la sabiduría de amar la naturaleza en su mas alto grado, uniendo la actividad diaria con la belleza espontánea que nos rodea, desde la melodía de las voces de los señores del espacio, la fidelidad de sus retornos según su ruta,salir de una ventana, remontarse sobre el jardín, posarse en un arbusto, contemplar la gracia del picaflor, escuchar los gorjeos del Zorzal o embriagarlos con el aroma de los jazmines, las fresias, así como de su hermoso colorido sin dejar de lado el lenguaje de las piedras.
Somos parte del libro de la naturaleza y de una forma de vida que floreció teniendo su cuna en edades remotas.
Dedicatoria a nuestros antepasados
